…por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderse en la distancia. Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde …

Julio Cortázar

21 de julio de 2014

De viajes y ficciones





















* algunas fotos de este post ilustraron el "bonus track"  de La luna de Valencia, un relato que publiqué en mi otro blog.


4 comentarios:

  1. ¡Qué bellas fotos! Las imágenes son tan oníricas como "La luna de Valencia", esa novela virtual que nos regalaste el año pasado por entregas y que me gustó tanto.
    De puro curiosa:¿dónde están ese tren y esa estación? Abrazo.

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    1. Gracias, Eleonora (fuiste una gran compañera de viaje!)
      El tren y la estación de las fotos son tan ilusorios como la novelita que escribí :) Se trata de maquetas, y están exhibidas en el Museo Nacional Ferroviario:
      http://www.adifse.com.ar/museo.php

      (es muy lindo, si no lo conocés, te lo recomiendo)

      Beso grande

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  2. Claro que me acuerdo de este tren misterioso y de ensueños!
    Me encanta ese reloj!!
    Un beso

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    1. Y yo me acuerdo de que te había gustado el reloj! (qué suerte que volvió a gustarte :)

      Gracias, Laura, un beso.

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