…por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderse en la distancia. Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde …

Julio Cortázar

16 de julio de 2014

Plantas de interior II





















6 comentarios:

  1. Ah! cómo me gustan estas sombras, Betina!
    Como las primeras, tienen algo de misterio y de poético a la vez.
    Un beso

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    1. Gracias Laura! Yo también las encuentro muy sugerentes. Y efímeras (duran poquito, hay que apurarse a fotografiarlas).
      Besos para vos.

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  2. Las plantas se derraman en la sombra, inquietante propuesta.

    Saludos.

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    1. Sí, hay algo bello y al mismo tiempo inasible que me atrae mucho.
      Gracias por pasar, Beatriz, saludos.

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  3. Muy interesante. Sin embargo aun no entraste a esa sombra, ni siquiera llegaste al umbral. Siempre requiere más tiempo y no detenerse en la adoración del misterio

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    1. Creo entender lo que decís, Daniel. Como digo en la presentación de este blog, la mayoría de mis fotos son casuales, tomadas "al paso". Algo sucede, algo veo y clic, lo capturo. A veces los resultados son interesantes porque el tema lo es. Pero nunca les doy "tiempo" a las fotos. No las pienso. No las produzco. No evalúo cuál puede ser la manera de obtener mejores resultados. Otro dato: aunque digo que me gustaría, tampoco me decido a hacer un curso de fotografía. Cada vez que averiguo y leo los programas, siento que atender tantas cuestiones técnicas me va a quitar todo lo que las fotos tienen para mí de goce y de juego, su naturaleza casual y espontánea. Seguramente es una pavada, y debe tener más que ver con la fiaca, la falta de voluntad o la ansiedad (veo, saco, miro, retoco/ juego un poco en el photoshop, posteo).
      O sea: ni siquiera llegué al umbral de la fotografía, Daniel. Lo que debo seguir pensando es si quiero llegar y traspasarlo. O quedarme de este lado y seguir jugando.

      Gracias, en todo caso, por haber disparado esta reflexión.

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