…por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderse en la distancia. Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde …
Julio Cortázar
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Tristeza não tem fim...
ResponderEliminarSaludos
tristeza, sí?... mais...por qué?...
EliminarMe acuerdo de este edificio. Qué lindo el cielo...
ResponderEliminarBesos
Qué curioso que los recuerdes! Buenos Aires a veces tiene estos cielos increíbles, azulísimos y limpios, me encantan.
EliminarBesos, Eva!
Està solo ahì inmenso, alto...pero no sè donde es.
ResponderEliminarHola Bet, tantos dìas, espero que andes bien. Beso grande.
Hola, VER! El edificio está enfrente del Parque Lezama.
EliminarSí, tanto tiempo! Pasé algunas veces por Pretérito y tampoco te encontré... por dónde andas, muchacha?
Yo bien y con compu, por suerte (desde el lunes hasta hoy estuve sin.
Todo bien?
Beso grande