…por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderse en la distancia. Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde …
Julio Cortázar
Está como la condesa...con los pelos de punta! ajaj
ResponderEliminarUn beso
Igual, no hay crispación que dure 100 años. Al árbol y a usted, ya les llegará la primavera :)
EliminarBeso, conde.
Desde esa perspectiva, intimidante.
ResponderEliminarSaludos, Betina.
Sí, eso me pareció. Y me gustó el contraste entre ese árbol oscuro, seco, desnudo y el cielo azul, con esas nubes tan blancas y esa luz dramática.
EliminarSaludos, Rob