…por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderse en la distancia. Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde …
Julio Cortázar
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Las sillitas están esperándonos... basta correrlas para sentarnos frente a frente.
ResponderEliminarCuando gustes!!
Eliminar¿Serán las mismas sillas?
ResponderEliminarhttp://razondelgusto.blogspot.com.ar/2014/11/shua-heker.html
¡Son!...
EliminarCuando vi la foto en tu blog no reconocí el bar. Lo tomé como un guiño porque se trataba de un bar notable, con piso de damero, mesa y sillas de madera,como el de la foto que ilustra este post. Pero cuando fui a leer la nota completa...descubro que, en efecto, se trata del mismo bar! Tal vez es un rinconcito ubicado en la parte nueva, que no tengo tan grabada.
Increíble, ¿no?... No. A esta altura, no.
Hermoso. Eso.
Gracias por esta nueva correspondencia.