…por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderse en la distancia. Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde …

Julio Cortázar

20 de marzo de 2014

Puertas

con Eleonora
















3 comentarios:

  1. Me encantan las tres fotos. La primera con esa banda de luz y los graffities es mágica. La segunda, con los vidrios rotos y los reflejos, es muy artística y la última directamente es una postal de nuestra hermosa Buenos Aires mítica. ¿Dónde encontraste estas maravillas?
    A ver si siguen las coincidencias... ¡Un abrazo muy grande, Betina!

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    1. Las dos primeras, en el Tigre, y la tercera, si no recuerdo mal, por Colegiales.
      Las coincidencias, por lo visto, siempre están... (atenti al próximo post :)

      Un gran abrazo para vos, Eleonora!

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  2. Puertas olvidadas en el tiempo. Cada una de ellas encierra tantas historias!
    Un abrazo

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