…por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderse en la distancia. Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde …
Julio Cortázar
Sabes, Betina, que mi primera percepción fue la de que veía montañas nevadas, después comprendí que eran nubes como montañas nevadas. Y vos estabas ahí, contemplando ese momento.
ResponderEliminarTambién, como Eleonora, creí ver montañas nevadas. Y tal vez lo sean. Quizás estemos rodeados de cordilleras y no lo sepamos. Ya te dije otras veces que tenés una hermosa mirada y eso se percibe en las imágenes obtenidas, por ejemplo, éstas.
ResponderEliminarLuis, de Suspendelviaje en extinción.
Así es, supongo. Importan los bocetos, la creatividad y la manera de contar. Una admiradora de las nubes dice presente :)
ResponderEliminarBetina: mire. a mí dígame la verdad...: ¿está segura que no se afa..., que no copió fotos de explosiones atómicas en el atolón de Bikini....?
ResponderEliminarDe todos modos el que sacó esas fotos obtuvo efectos impresionantes.