…por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderse en la distancia. Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde …

Julio Cortázar

20 de noviembre de 2013

Las nubes durmientes

















4 comentarios:

  1. Vaya Betina, el otro día no me di cuenta que tenías otro blog y de fotos!!!,. Hay algo más que las palabras que nos une, la misma pasión por recoger cosas y detalles que nos gustan.
    Un beso

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    1. Así es, Carmela, también compartimos esta pasión. En mi caso, con las limitaciones de mi amateurismo y mi cámara compacta :)

      Un beso, me alegra tu visita por aquí.

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  2. Son las nubes que bajaron a conversar con las rosas!

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