…por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderse en la distancia. Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde …

Julio Cortázar

22 de julio de 2012

Como es arriba es abajo

















9 comentarios:

  1. Preciosas todas. Y admirable su talento para encontrar belleza aun en ese agua negra.

    Salut, Betina.

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  2. Gracias, Rob. Es que la luz realmente hace milagros: le aseguro que no se veía negra el agua sino llena de colores, esos que reflejan las fotos. Lindo, y a la vista de cualquiera (él que no miró se los perdió!).

    Un beso

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  3. :) Bellas, mucho. Tengo algunas similares tomadas en el mismo lugar el mismo día, pero prefiero mantenerlas en el recuerdo, como ese día y algunos días, meses y años posteriores. Quizás deba independizar los recuerdos de las fotos, para así volver a ella/os... Besos, y yo llamé a la serie "reflejos".

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  4. Gracias, Caia. Sí, es un lugar muy tentador para quienes andamos con cámara en mano, e irresistible el deseo de capturar esos reflejos (como llamaste a tu serie).

    Besos

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  5. me encantan estos mundos paralelos

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  6. Paralelos pero no idénticos, eso es lo atractivo, ¿no? (el reflejo es una versión del original, con identidad propia).

    Gracias por pasar, Elisa, bienvenida.

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  7. Me encantaron tus reflejos.
    Y gracias por haber pasado por el blog de la lectora.
    Saludos.

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  8. Parecen cuadros más que fotos. Tenés muy buen ojo!

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  9. Bueno, no casualmente don Quinquela Martín pintó lo que pintó. Las imágenes que se reflejan en el río son sus pinturas.

    Gracias, Eva.

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