…por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderse en la distancia. Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde …
Julio Cortázar
Unos colores que abrazan.
ResponderEliminarBesos
La primera me fascinó. Lo que me gustó de todas es que se define el color intenso colorado del sol yendose, el azul del cielo aferrándose a ser azul aunque tarde o temprano tenga que morir; y las nubes no pierden esa textura blanca en ningún momento, por lo general acá las nubes adoptan el color del atardecer dependiendo el color que este adquiere; azul, naranja, rojo, violeta; pero éstas se lo llevaron hasta el final de la sesión. Gran selección, saludos.
ResponderEliminarLas tardes de marzo tienen en Miami aroma a primavera
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