…por ejemplo acabo de ver un pato que nadaba en uno de los lagos del Bois de Boulogne, y era de una hermosura tan maravillosa que no pude menos que ponerme en cuclillas junto al lago y quedarme no sé cuánto tiempo mirando su hermosura, la alegría petulante de sus ojos, esa doble línea delicada que corta su pecho en el agua del lago y que se va abriendo hasta perderse en la distancia. Mi entusiasmo no nace solamente del pato, es algo que el pato cuaja de golpe, porque a veces puede ser una hoja seca que se balancea en el borde de un banco, o una grúa anaranjada, enormísima y delicada contra el cielo azul de la tarde …

Julio Cortázar

22 de abril de 2013

La tierra que pisamos (6)


















2 comentarios:

  1. Deteniendo mi mirada en estas tres hermosas fotos me pregunto a qué tierra te estarás refiriendo, Betina... Quizás sean la arenas fosforescentes de la Luna de Valencia?, o los resabios de la tierra del carnaval?, o quizás la rejilla metálica por donde se va el otoño?
    Me encanta la ambiguedad que produce la idea de pisar terrenos tan efímeros e irreales.
    Abrazo.

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    Respuestas
    1. :)
      Ya lo dijo Paul Eluard: hay otros mundos, pero están en este.

      Gracias por tu comentario, Eleonora, gran exploradora, descubridora y creadora de mundos.
      Un abrazo.

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